Detectores de Humo. Parte 3
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- El 30 noviembre, 2006
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Si la temperatura en el techo supera los 37,8º C (100º F) asegurarse que el detector está homologado para temperaturas superiores. Hoy día hay modelos con un campo de temperaturas muy amplio. No deberían instalarse en zonas que puedan causar falsas alarmas. Estabilidad: Controlarlos al menos tres meses antes de su conexión definitiva al sistema de alarma para desechar ciertas localizaciones que dan falsas alarmas. Espaciado: Variable según modelos. Pueden hacerse ensayos. Las normas españolas (Norma Básica de la Edificación, Proyecto de Norma UNE 23008/1, Regla técnica para las instalaciones de detección automática de incendios de CEPREVEN y Norma Tecnológica de la Edificación) indican los requisitos sobre este punto. Los detectores instalados en los conductos de retorno de la ventilación o aire acondicionado no reciben suficiente densidad de partículas de humo, debido al efecto de dilución que se origina al aspirar aire de distintas dependencias. Es por lo que solo sirven y con limitaciones como detectores de incendio en los propios conductos de aireación, pero no en otras zonas abiertas. Evitar instalarlos en zonas con barreras de calor, bajándolos por debajo de esa barrera. Hay tablas y gráficos en la bibliografía que nos dan la distancia para contrarrestar este efecto. Si existe sistema de ventilación o aire acondicionado colocarlos junto al registro de retorno o salida. Se recomienda el montaje de los detectores una vez el local o edificio funciona con todas sus instalaciones. Existen Tablas que dan la distancia de espaciado de los detectores para alturas de techos y fuegos determinados. Información que se suele suministrar por los fabricantes. Los detectores de humos pueden emplearse hasta una velocidad del aire de 5 m/s salvo que el certificado de aprobación indique un valor mayor. Evitar su instalación en lugares sometidos a vibraciones. El efecto de la humedad limitará su instalación en caso de formarse condensaciones. El humo, el polvo o los aerosoles similares producidos por ciertas actividades pueden provocar alarmas intempestivas si se instalan detectores de humos. En estos casos deberán instalarse detectores térmicos. El empleo de detectores de humo en locales con una altura superior a 12 metros deberá justificarse adecuadamente. Pueden emplearse en locales de gran altura combinados con detectores de llamas. |
En cuanto a la localización prevalece lo indicado en la Norma Básica de la Edificación (Art. 4.2 apartado 4.2.1) que se complementa con lo recomendado en el Proyecto de Norma UNE 23-008/1 y la Regla técnica para las instalaciones de detección automática de incendios de CEPREVEN. A título comparativo puede consultarse la Normativa norteamericana NFPA-72E-1 982 que puede servir de apoyo complementario para algunos aspectos de la normativa anterior. En general se recomienda un detector cada 60 m2. Hay factores correctores según la altura de techo. A mayor altura deberían instalarse menos detectores por efecto del cono de humo. Un factor influyente es también el número de renovaciones de aire del local. Los detalles en cuanto a densidad e implantación de los detectores automáticos de incendio puntuales vienen en el apartado 3.4 del citado Proyecto de Norma UNE 23-008/1. En él se especifica la instalación según los tipos de techos, corrientes de aire por instalaciones de climatización y su distribución. |
En habitaciones, edificios, etc. en que exista una ventilación forzada, los detectores no se deberán colocar en las zonas en que el aire de los difusores pueda diluir el humo antes de que llegue al detector. Los detectores se colocarán de forma que les llegue la corriente de aire que va hacia las aberturas de retorno. Esto puede requerir detectores adicionales, ya que colocando detectores solo cerca de las aberturas de retorno de aire, puede dejar el resto de la zona con protección inadecuada cuando se cierra el sistema de aire. Se debe consultar a los fabricantes de los detectores. En las zonas por encima de los techos que están diseñadas como retornos comunes para los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, el aire que circula por ellas va a mayor velocidad que el de la habitación inferior. Por esta razón se reducirá la separacíón entre detectores. Los detectores situados en las zonas empleadas para conducir el aire ambiental no se emplearán como sustitutos para proteger unas zonas abiertas porque: El humo de un incendio puede que no penetre en la zona cuando el sistema de ventilación se pare. El detector será menos sensible ante una situación de incendio en la habitación origen del incendio, debido a la dilución con aire limpio. |
La selección e instalación de detectores de humo tendrá en consideración las características de diseño del detector y las zonas en que se van a instalar, de forma que se eviten falsas alarmas o el no funcionamiento después de su instalación. Los detectores del tipo de haz de rayos proyectado se deberán sujetar firmemente sobre superficies estables para evitar un funcionamiento falso o errático debido a movimiento. El haz de rayos será diseñado de forma que pequeños movimientos angulares no afecten al funcionamiento normal con humo y que no causen falsas alarmas. Normalmente se deberá tolerar un movimiento de 1/4 de grado, equivalente a 1/2 grado de ángulo circular incluyendo ambos sentidos. Este tipo de detectores no accionan la alarma (pero sí una señal de avería) cuando el camino del haz de rayos de luz queda interrumpido u obscurecido, por lo que ese camino se debe mantener siempre libre de obstáculos opacos. Los detectores de humo que lleven un sensor de temperatura fija integrado se seleccionarán en función de la temperatura máxima que pueda alcanzarse en el techo. El fabricante debe indicar el apropiado para cada temperatura, el cual es recomendable lleve un código de colores en función de las temperaturas esperadas. Los detectores de humo no se deberán instalar en zonas donde la temperatura ambiente normal pueda llegar a sobrepasar los 38º C o bajar de 0º C a menos que hayan sido homologados para instalación a temperaturas superiores o inferiores. En la instalación se tendrá en cuenta las fuentes normales que puedan producir humo, tales como procesos de fabricación, de forma que se puedan evitar posibles falsas alarmas. En almacenamientos con estanterías altas será necesario considerar la instalación de detectores en varios niveles de las estanterías para asegurar una respuesta rápida en caso de incendio. Si estos detectores accionan un sistema de extinción se recomienda el seguimiento de la norma NFPA 231 Standard for Rack Storage of Materials (Norma para almacenamiento de materiales en estanterías). La Regla Técnica de CEPREVEN (apartado 3.9) considera los almacenamientos en estanterías con altura superior a 10 m., indicando las recomendaciones pertinentes. |
La instalación de detectores se deberá probar en su lugar de operación, según las instrucciones del fabricante. Se deberá determinar la sensibilidad de los detectores y en caso de estar fuera del campo homologado se reemplazarán. Si el detector es regulable, se ajustará a la sensibilidad aceptada o se cambiará por otro. La Regla Técnica de CEPREVEN dispone en el apartado 5.2 las recomendaciones referentes a estos puntos. |
Todos los detectores de humos se deberán probar al menos una vez al semestre. Las recomendaciones de CEPREVEN sobre las verificaciones periódicas de las instalaciones están en el apartado 5.3. de la citada Regla Técnica. |
Los detectores necesitan una limpieza periódica para quitar el polvo y suciedad acumulada. La frecuencia de esta operación dependerá del tipo de detector y de las condiciones ambientales del local. Para cada tipo de detector, la limpieza, verificación, funcionamiento y ajuste de la sensibilidad se deberá hacer sólo después de consultar las instrucciones del fabricante. Normalmente la sensibilidad debe ajustarse en laboratorio. Este aspecto se trata en los apartados 6.1 de la Regla Técnica para las Instalaciones de Detección Automática de Incendios de CEPREVEN y en el apartado de Mantenimiento, de la Norma Tecnológica de la Edificación. |
Todos los detectores serán puestos en condiciones de servicio lo antes posible después de cada prueba o alarma y se mantendrán en condiciones normales de funcionamiento. Los detectores que requieran rearme o reposición se deberán rearmar o reponer, lo antes posible después de cada prueba o alarma. Todos los detectores que han estado expuestos a un incendio se deberán probar. |
Bibliografía
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1) N. F.P.A. |
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