Campos electromagnéticos y salud pública: radares y salud humana. Parte 1
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- El 13 febrero, 2006
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Los sistemas de radar detectan la presencia, dirección o rango (distancia) de un avión, un barco u otro, usualmente objetos en movimiento. Esto se realiza enviando pulsos de campos electromagnéticos (CEM) de alta frecuencia. Inventado aproximadamente hace 60 años, los sistemas de radar han sido ampliamente utilizados para la navegación, aviación, defensa nacional y el pronóstico del tiempo. Su objetivo principal es seguridad y protección individual y colectiva. Las personas quienes viven o trabajan en forma rutinaria alrededor de radares han manifestado preocupaciones acerca de los efectos adversos a largo plazo de estos sistemas sobre la salud, incluyendo cáncer, esterilidad, cataratas y cambios en el comportamiento o desarrollo de los niños. Un ejemplo reciente ha sido el supuesto aumento de cáncer testicular en policías que usan radares portátiles de control de velocidad tipo pistola. Es importante distinguir entre los peligros percibidos y reales que implican los radares así como comprender la base científica de los estándares internacionales y las medidas de protección usadas hoy en día.
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Emisiones de CEM
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Emisiones de (CEM): Usualmente los radares operan en radio frecuencias (RF) entre 300 MHz y 15 GHz. Estos generan CEM que son llamados campos de RF. Los campos de RF dentro de esta parte del espectro electromagnético se caracterizan por interactuar de modo distinto con el cuerpo humano. Los campos de RF por debajo de 10 GHz (a 1 MHz) penetran los tejidos expuestos y producen calor debido a la absorción de energía. La profundidad de penetración depende de la frecuencia del campo y es mayor para frecuencias menores. La absorción de los campos de RF en los tejidos es medida como una Tasa de Absorción Específica (SAR) dentro una masa de tejido dada. La unidad de la Tasa de Absorción Específica es vatios por kilogramo (W/Kg.). El SAR es la cantidad utilizada para medir la “dosis” de los campos de RF aproximadamente entre 1 MHz y 10 GHz.
Los campos de RF por encima de 10 GHz son absorbidos en la superficie de la piel, con muy poco energía penetrando los tejidos subyacentes. La cantidad dosimétrica básica para los campos de RF por encima de 10 GHz es la intensidad del campo medido como una densidad de potencia en vatios por metro cuadrado (W/m2) o para campos débiles en milivatios por metro cuadrado (mW/m2) o microvatios por metro cuadrado (μW/m2.)
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Exposición humana
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La energía que los sistemas de radar emiten varían desde algunos millivatios (radar de control de transito que usan los policías) hasta muchos kilovatios (radares espaciales de gran alcance). Sin embargo, un número de factores reduce significativamente la exposición humana a la RF generada por los sistemas de radar, frecuentemente por un factor de al menos 100:
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Fuentes de radar
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Algunos de los tipos comunes de radares que se encuentran en la vida cotidiana son: Los radares de control de tráfico aéreo son usados para rastrear la ubicación de un avión y para controlar su aterrizaje en los aeropuertos. Generalmente están localizados en posiciones elevadas donde el haz es inaccesible a las personas que están en el suelo. Los radares típicos de control de tráfico aéreo pueden tener potencias de pico de 100 kW o más, pero potencias promedio de algunos cientos de vatios. Bajo condiciones normales de operación, estos sistemas no plantean un peligro al público en general. Los radares militares son numerosos y varían desde instalaciones muy grandes, que tienen potencias pico grandes (1 MW o mayores) y potencias promedio (kW) hasta pequeños radares para control de disparo, típicamente encontrados en un avión. Los radares de grandes tamaños a menudo suscitan preocupación en las comunidades que viven en los alrededores. Sin embargo, debido a que su energía es irradiada sobre un área de gran superficie, las densidades de potencia asociadas con estos sistemas varian entre 10 y 100 W/m2 dentro de las fronteras del sitio de instalación. Afuera de las fronteras del sitio los niveles del campo de RF limite del lugar son a menudo imposibles de medir si no se utilizan equipos sofisticados. Sin embargo, los pequeños radares militares de control de disparo ubicados en los aviones pueden ser peligrosos para el personal de tierra. Estas unidades tienen potencias promedio relativamente altas (kW) y antenas de área pequeña, haciendo posible que tengan densidades de energía hasta de 10 kW/m2. Los miembros del público en general no deberían estar expuestos a estas emisiones ya que durante las pruebas en tierra de estos radares, el acceso a estas áreas está prohibido para todo el personal. Las fuerzas armadas también utilizan bastante otros tipos de radares descritos a continuación. Los radares marítimos pueden encontrarse desde en pequeños botes de paseo hasta en enormes transatlánticos. Las potencias pico de estos sistemas pueden alcanzar hasta 30kW con potencias promedios en el rango de 1 a 25 W. Bajo condiciones normales de operaciones, con la antena rotando, la densidad promedio de potencia de los sistemas de más alta potencia dentro de un metro de la antena usualmente es menor de 10 W/m2. En áreas accesibles de la mayoría de las embarcaciones, estos niveles disminuirían a un pequeño porcentaje de los actuales estándares de exposición de RF al público. Radares de control de velocidad son llevados portátilmente por policías en muchos países. El promedio de la potencia de salida es bastante bajo, algunos milivatios, por eso estas unidades no se consideran peligrosas para la salud, incluso aunque sean usadas muy cerca del cuerpo. |
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