Cacerolazos

Pensamos detenidamente la decisión de producir una editorial, en estos momentos, ante circunstancias y previsiones que acotan nuestras y vuestras perspectivas de análisis y de acción. Todos saben, ya nos conocemos, somos una punto com que atiende, se desarrolla e interactúa con las empresas en general y con la industria particularmente en torno a temas tan sensibles y ligados entre sí como el medio ambiente, el microclima laboral, la salud en el trabajo, la higiene, la seguridad, etc., etc.; nuestra actuación real y virtual como empresa de servicio ha generado un intercambio sustancioso con los empresarios, con otros profesionales, con otros países, con otras empresas de servicios. Y ante esto, ante todo esto, pensamos, como cuando escribíamos los artículos sobre corrupción, que debíamos hacerlo y se nos ocurrió que el título de la editorial debía ser un correlato natural lógico de las explicaciones mediáticas, las palabras mas mencionadas, las frases hechas, que como una catarata cae sobre los argentinos. Que todos a su vez empleamos, a veces con sólo escucharlas, y en última instancia  como una importancia de hecho que da lugar a una incontinencia de términos repetidos. Por ello industria-nivel ocupacional-riesgo país-capital financiero-encaje-gobierno-autoridades-clase política-dirigencia empresaria-dirigencia gremial-soberbia corrupción-ñoquis-corte de cadena de pagos-intereses-tipo de cambio-macro-micro-marginales-promoción-protección-políticas activas-salidas-no salidas “crisis-crisis terminal-tecnificación-globalización-economías regionales-imposibilidad técnica de resistir una corrida – déficit fiscal – gasto político – juegos punteriles…. y podemos escribir mil más, pero permítasenos agregar algunas frases ya celebres ( para eso los argentinos somos muy ingeniosos ):

a) “Estábamos en manos de un inepto y conducía un loco”
b) “Dejo este puesto de Gobernador para ayudar a la Patria”
c) “Vamos a crear 1.000.000 de puestos de trabajo”
d) “Los ahorros de los argentinos no van a ser tocados”
e) “Dejo una Nación en marcha y mirá como quedamos”
f) “Vine a cumplir pero me abandonaron todos”
g) “Elijamos ya un Presidente sólo hasta el 2003, y mil frases más.

Qué tenemos?: cacerolazos, espontaneidad, vandalismo (que no tiene nada que ver con los cacerolazos), impunidad para los que mandan a diluir el cacerolazo y a matar dicha espontaneidad.

Pero es hora de no engañarnos más, nos estamos quedando sin industrias, nos estamos quedando sin empleo. Les dicen que se rompió la cadena de pagos, pero lo más importante es que se rompió la cadena productiva. No podemos diferenciar más entre lo micro y lo macro. Lo micro son manifestaciones aisladas que generalizadas producen un efecto macro “cuando un obrero se queda sin trabajo es una empresa en camino a cerrarse- y todavía hay ineptos en todos los niveles del Estado obstaculizando, coimeando, trabando cada proyecto micro que incide en lo macro; son tan estúpidos los burócratas, aquellos que son corruptos por acción o por inacción que no se dan cuenta que el productor los va a comenzar a denunciar públicamente, en las calles, señalándolos. Encima no permiten que se paguen los impuestos, que se generen empleos ( los pocos que se pueden generar ). Se van a quedar ellos también en la calle. Tenemos que decidir ya, que los ineptos, los corruptos, los que promueven leyes, decretos, resoluciones a medida, los que coimean directa o indirectamente se vayan.

Las medidas financieras solas no son la solución, aún cuando fueran técnicamente correctas. El problema es poner el país a trabajar, ahora, ya. Para eso nos dicen que hay que tener confianza, fé. Hagamos echar con nuestra voz y protesta democrática a todos los corruptos; nadie va a emprender esta cruzada con dirigentes “sospechados”. El funcionario debe no sólo ser honesto, debe probarlo todos los días. Hay que echar a los ñoquis, hay que echar a los ineptos, hay que echar a los corruptos. Y el Intendente, Gobernador, el Presidente, el dirigente empresarial, el dirigente gremial que no se ponga a la cabeza de esta lucha debe ser identificado, señalado, ubicado por la gente, separado por la gente, por la fuerza democrática de la petición, por la reiteración de las denuncias, por el boca a boca si los medios no nos dieran cabida. No hay posibilidades de salida si no cambiamos a nuestras direcciones para que cumplan el papel honesto de ser interpretes de nuestros intereses.

Hay que decir con nombre y apellido que la crisis Argentina es una crisis de dirigentes. Toda la dirigencia está sospechada, toda la dirigencia no es confiable. La Argentina aún ahora se encuentra con corruptos de poca monta y mucha monta; aún ahora en medio del caos siguen maniobrando, hay que descubrirlos, no por sus palabras sino por sus actos.

Bienvenidos los que producen, afuera los que impiden, los que coimean. Bienvenida la globalización, no sólo para que se la lleven, sino también para que la pongan.

Aquí hay dos caminos: empujar a esta clase dirigente para que se encuentre a la cabeza del restablecimiento de la actividad productora o de una vez por todas deberiamos saber cambiar democráticamente, esta clase dirigente.

Permitamos una digresión final : Un “Iluminado” hace pocos días y refiriéndose a los sectores medios que salieron a manifestar su bronca e indignación por medio del “Cacerolazo” ” dijo pomposamente ” ¡ Nunca las revoluciones las hicieron los desposeídos!“. En la práctica llamaba a nuestra clase productiva “Fuerza de Choque” destinada a producir hechos subversivos.No hay nada peor que aquellos intelectuales que abandonan los principios que dicen sostener y a su propio pueblo, manipulando la información histórica.

Aquí, ya, ahora, en la Argentina los desposeídos no son los “Marginales”, los que por desgracia nunca tuvieron trabajo, los desposeídos de la Argentina. Son los obreros despedidos, los profesionales que no pueden ejercer su profesión, los dueños de las pequeñas y medianas fabricas, de los pequeños y medianos comercios que tiene que cerrar sus puertas, los docentes, los estudiantes, los que les encierran sus ahorros de toda su vida en el “corralito”

Los que le licuaron sus ahorros en las AFJP porque en lugar de dinero “tienen un “papelito”. Los desposeídos hoy comprenden la mayoría del pueblo argentino y eso tiene que permitir, va a permitir que cambien las cosas, por bronca, por cansancio y nosotros también vamos a estar, porque están atentando contra nuestra fuente de trabajo que no son ni más ni menos que ustedes. Por eso ésta editorial no pretende ser nada más ni nada menos que un cacerolazo.