Aplican ley de Generadores Especiales de RSU en la Ciudad de Buenos Aires

Através de su política pública en materia de higiene urbana, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) tiene como objetivo la reducción progresiva de los residuos que se envían a relleno sanitario, cuyo marco normativo se expresa en la Ley 1.854, conocida como ‘Ley de Basura Cero’. De esta manera, el GCBA lleva adelante variadas acciones para que los diferentes generadores de residuos separen en origen la basura de los materiales reciclables, tanto en el ámbito residencial como en el educativo, el laboral y el comercial, entre otros. La aplicación de la Ley de Generadores Especiales (Ley 4.859, que modifica la ‘Ley de Basura Cero’) es parte de esta política pública integral.

A partir de la sanción de la Ley 4.859 y su normativa complementaria, los generadores especiales cuentan con un marco regulatorio que incluye a las cadenas comerciales, los locales gastronómicos, los supermercados, los hoteles, los shoppings, las universidades, las clínicas y los hospitales.

Todos están obligados a separar en origen los reciclables (residuos secos) de la basura (residuos húmedos). Además, algunos de ellos tienen que contratar su propio servicio de recolección e inscribirse en el Registro de Generadores Especiales del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, así como en Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE).

A criterio de Mariano Campos, subsecretario de Higiene Urbana del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, la regulación fomenta la separación de residuos y contribuye decididamente con el cumplimiento de la ‘Ley Basura Cero’, que apunta a la disminución del envío de basura al relleno sanitario. “Las nuevas normas son herramientas fundamentales para poder controlar a este grupo de generadores en el cumplimiento de la separación y contratación del servicio privado de recolección”, aseveró.

Nuevo paradigma

A fin de abordar la separación en origen, la nueva normativa significa un cambio paradigmático. Al transformarla en una obligación legal, se cuenta con una herramienta más que contribuye de manera contundente al cambio cultural necesario para el éxito de esta política.

También implica una modificación muy importante en cuanto al trabajo que se realizaba desde el GCBA, tanto a nivel comunicacional como en la incorporación de herramientas de fiscalización.

En ese sentido, se confeccionó una estrategia de relacionamiento institucional y se reelaboró el enfoque discursivo. Previamente, al no contar con una normativa específica, el abordaje no podía sino estar orientado a las buenas prácticas. Se trataba de un discurso de convencimiento. Hoy, con la normativa en mano, el discurso apunta al cumplimiento de la norma y busca un relacionamiento hacia quienes tienen la capacidad de aplicarla dentro de las diferentes empresas e instituciones.

La incorporación de la fiscalización en el proceso tiene como meta la verificación del cumplimiento de la separación en origen. Uno de los efectos de darle foco al control de la normativa da cuenta de la importancia que el GCBA otorga a esta política pública, y de cómo utiliza todas las herramientas para alcanzar los objetivos propuestos.

Balance y acogida

Si bien la legislación es reciente, ya son varios los avances logrados. Así lo entiende Carolina Lascano, gerente de Relaciones Institucionales del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, para quien “desde la aplicación de esta normativa en 2014 hasta hoy, los resultados son muy alentadores”.

“La estrategia de relacionamiento y control permanente ha modificado el estado de situación del sector privado con respecto a los residuos: pasó a ser parte de la gestión concreta de la actividad de la empresa. Ese cambio significa que ya no es posible en la ciudad pensar un negocio sin pensar en cómo se va a gestionar el residuo”, señaló.

Desde agosto del año pasado hasta febrero de 2015 se realizaron más de 8.000 inspecciones a establecimientos de diferentes rubros. Alrededor de la mitad fueron sancionados o intimados. Además, 18 locales comerciales fueron clausurados, incluidas cadenas relevantes, como McDonald’s, Subway, Burger King, Café Martínez y Carrefour. Estas acciones llevan irrevocablemente a un cambio cultural profundo.

En cuanto al Registro de Generadores Especiales, ya hay 600 generadores que contrataron su propio servicio de recolección de basura. Hasta la fecha, están obligados a hacerlo las cadenas de comida rápida y de supermercados, los hoteles de cuatro y cinco estrellas, y los shoppings (se incorporarán más rubros en etapas posteriores).
El impacto económico que ello genera para las empresas resulta en una gestión más eficiente de la separación en origen. Esto garantiza que las 160 toneladas (Tn) diarias que hoy disponen estas firmas a través de la gestión privada en el relleno sanitario de CEAMSE no contengan materiales reciclables o potencialmente recuperables.

Bajo la mira

Durante el mes de febrero, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público clausuró el restaurante Aldo’s, ubicado en Moreno y Defensa, en el barrio de Monserrat, por sacar la basura fuera de hora y no separar sus residuos, dos faltas que atentan contra el cumplimiento de la ‘Ley de Basura Cero’.

Además fue clausurado el local de comida rápida Burger King, ubicado en Florida y Avenida Corrientes, en pleno centro porteño, por no separar los residuos en origen. El cuerpo de Inspectores de la Dirección de Fiscalización en la Vía Pública verificó que el local no cumplía con la obligación de separar los residuos reciclables de la basura (fracción húmeda), tal como indica la legislación.

En constataciones anteriores, los inspectores observaron que no se separaban los materiales reciclables (cartón, papel, vidrio, metal, plástico, etcétera) de la basura común. Esta clausura se suma a otras realizadas en tres locales de Subway (Reconquista 934, Sarmiento 525 y Esmeralda 460) y en el restaurante de comida china ‘King’, ubicado en Maipú 844, por no adecuarse a lo previsto para los generadores especiales, que incluye inscribirse en Ceamse y contratar un servicio especial de recolección diferenciada.

Durante el último mes también fue clausurado el local de comida rápida McDonald’s, ubicado en Av. Corrientes y Carlos Pellegrini, frente al Obelisco, en pleno centro porteño, por depositar la basura generada en los contenedores negros en lugar de canalizarla a través del servicio de recolección diferenciada que debía contratar.

Lo que sigue

Ante el desafío de disminuir los residuos que son enviados a relleno sanitario, Lascano indica los próximos pasos. “Lo que sigue es continuar trabajando fuertemente en este sentido y midiendo los resultados”, anticipa.

Según sus palabras, próximamente habrá nuevos generadores especiales alcanzados por la obligación de contratar un servicio privado de recolección.

“Las acciones de relacionamiento y control continuarán ampliando el espectro de generadores que poco a poco comienzan a ser parte del cambio cultural”, completa.

Por: Johanna Schvindlerman
Fuente: Revista Futuro Sustentable

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