Aleluya! Un diario argentino reconoce que el Ártico no se derrite!
En su edición Online del domingo 4 de abril, La Voz publica una noticia bomba:Algo inesperado ha ocurrido. La Voz del Interior de la ciudad de Córdoba, Argentina, un notorio medio que siempre se hizo eco de las noticias más catastróficas sobre el clima, parece sentir el cambio de vientos que hay en el tema, y no me refiero a los vientos del Ártico, sino a los que vienen adquiriendo características de tifón asiático: los del Climategate.
Descubren que hielos del Ártico vuelven a extenderse por miles de kilómetrosEs debido a un cambio en los vientos polares provenientes del Mar de Bering,
que provocó el congelamiento de miles de kilómetros cuadrados de océano.
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| Científicos norteamericanos descubrieron   que la extensión de los hielos del Ártico se incrementó notablemente, a niveles   no registrados desde 2001, debido a un cambio en los vientos polares   provenientes del Mar de Bering que provocó el congelamiento de miles de   kilómetros cuadrados de océano. _____________________________________________________________ | 
             Se lo habíamos advertido! 
Vemos abajo la confirmación del aumento espectacular del área cubierta de hielo registrada por Arctic ROOS del NANSEN Environmental & Remote Sensing Center, en Noruega, el día 30 de marzo pasado, con el hielo avanzando aún 19 días después de que debía haber comenzado a retroceder el 11 de marzo, como lo hace todos los años:
|  El área de importancia está ampliada en el recuadro de la derecha | 
Por fin nos dimos el gusto de decir: “¡Se lo habíamos   advertido!” Pero no nos hicieron caso. ¿Cuántos años hacen ya que   venimos afirmando que la disminución de los hielos del Ártico desde hacen   décadas se deben a causas naturales como el aumento de la actividad solar que   hizo pico en el Ciclo 23 (que acaba de finalizar); a la presencia de una fase   cálida de la Oscilación Decadal del Pacífico (ODP) –que hace poco se invirtió y   entró a su fase fría; a una Oscilación del Ártico que estaba en fase cálida (por   el efecto que tiene la ODP); la inversión de corrientes marinas y de los vientos   que la interacción que esas oscilaciones causan.
             
             Pero no! Se empecinaron   los creyentes en el calentamiento global catastrófico que todo era causado por   el ligero aumento de 1,8 ppm anuales de un gas de escasa concentración en la   atmósfera: 387 partes por millón o apenas 0,038%. No pudieron explicar con   criterio científico los mecanismos por los que el CO2 calienta la atmósfera   ven-ciendo la influencia de otros factores muchísimo más poderosos, y se   limitaron a decir que los “modelos lo explican” –bobadas, los modelos son   fantasías visuales sin valor predictivo alguno; o apuntaban a cosas que tenían   otra explicación científica mucho más comprobadas como el retroceso de los   glaciares, y sobre todo: el derretimiento de los hielos del   Ártico.
             
             Ahora, Madre Naturaleza ha demostrado su molesta y muy   inconveniente costumbre de destruir la teorías más hermosas con la realidad, que   los escépticos son los que han tenido la razón todo este tiempo. Es decir hemos tenido la razón, porque nosotros hemos sido pasajeros del Vagón de   los Escépticos del Clima –también llamados “negacionistas”- desde el primer   momento, hace ya unos 30 años.
             
             Somos “negacionistas”, sí, pero no del   cambio climático porque el clima cambia siempre y lo de hace de manera   constante. Sólo los ciegos o los muy ignorantes no pueden ver ese hecho   científico contundente. No negamos que el clima se ha calentado desde que la   Tierra salió de la Pequeña Edad de Hielo, porque es un hecho comprobado   innegable. Pero negamos que el calentamiento observado hay sido causado por las   emisiones humanas de CO2 a la atmósfera.
             
             No negamos a la ciencia del   clima cuando ésta se realiza dentro de los más estrictos lineamientos del método   científico. Negamos, eso sí, las conclusiones que obtienen los modeladores del   clima con sus juegos de video al estilo PlayStation3©, que no han pegado ni una   sola predicción desde hace 50 años.
             
             Negamos, enfáticamente, la validez   del proceder soberbio de la camarilla de pseudocientíficos erigidos en “expertos   del clima” que ocultan información a los escépticos por el temor reconocido de   que se demuestre que sus investigaciones son espurias y sin valor científico   alguno.
             
             Negamos la validez de la actitud de impedir de manera artera el   acceso de los científicos disidentes de su teoría a la literatura científica;   negamos veracidad al reclamo de que existe un “consenso científico” que obliga a   los políticos a imponer un aumento monstruoso de impuestos a la energía y al   uso de los combustibles con la estúpida idea de que así “detendrán al cambio   climático».
             
             Negamos, y no aceptamos la metodología pseudocientífica de   manipular los datos de las observaciones para adecuarlos a una hipótesis   preestablecida. No aceptamos que se sustituyan datos de anillos de árboles que   indican un enfriamiento desde 1960 por datos de temperatura amañados y   “homogeniezados” con métodos que después resulta que, oh sorpresa!! se han   perdido, o han sido borrados!
             
             
             Un nuevo sol   asoma por el horizonte
             
             Por desgracia para la humanidad, se   trata de un sol más frío, como el sol que alumbraba y poco calentaba al planeta   durante los Mínimos Maunder, Spoerer, Wolf o Dalton, causantes de las terribles   penurias que la humanidad ha sufrido durante esas épocas de frío extremo como la   Edad Oscura o la Pequeña Edad de Hielo.
             
             Otra desgracia para la humanidad   es el empecinamiento de muchos “científicos” de no querer reconocer la notoria   influencia del sol y otros factores cósmicos sobre el clima, y el recitado de un   libreto aprendido de memoria, como la Sra. Vicky Pope, mencionada en el artículo   de La Voz del Interior, al decir,   equivocadamente: “…el fenómeno climatológico hizo que la región del   Mediterráneo y el oeste de Canadá registrara «climas cálidos». La oscilación   del Ártico –el fenómeno que se discutía no causa calor en el oeste de Canadá ni   en el Mediterráneo, sino que ese calor fue causado por la ocurrencia simultánea   de un Niño bastante poderoso –que está actualmente en retirada. Pero ya se sabe   la calidad de los “científicos” del MET de Gran Bretaña, que después de haber   invertido algo más de mil millones de libras esterlinas en una nueva   supercomputadora, predijeron que el invierno 2009-2010 de Inglaterra tenía 80%   de probabilidades de ser “templado”, con temperaturas superior a lo normal. Lo   observado? Se rompieron TODOS los récords   históricos de frío, nevadas, heladas, y días consecutivos con temperaturas por   debajo de cero.
             
             Por su parte, el astrofísico inglés Piers Corbyn le había   ofrecido al gobierno inglés sus servicios, por el módico precio de una   subscripción a su boletín de predicciones meteorológicas, y que demostró tener   una tasa de aciertos de más del 85% a largo plazo, es decir, con una   anticipación de más de seis meses, lo que le haría permitido al gobierno tomar   las medidas preventivas necesaria y les habría ahorrado a la nación miles de   millones de libras esterlinas e incontables sufrimientos a los   ingleses.
             
             Algo similar pasa con el diario La Voz del Interior, que   de manera constante publica noticias que después resultan desmentidas por la   realidad, cuando tienen al alcance del teléfono o de su correo electrónico a   FAEC, que le estuvo cantando la justa durante más de 25 años. Pero, ¿les había   contado alguna vez que La Voz me había   declarado, desde 1998 –de facto- persona de opinión no publicable, y envió todas   mis cartas y mensajes al canasto de la basura?             
             
             Hoy tengo el placer de   recordar que “la revancha es un plato que se come   frío”. Se los había advertido. No me hicieron caso. Me pregunto   si a la vista de las evidencias modificarán su manera de pensar. ¿Los   «periodistas»? No lo creo. A los ingenuos les recuerdo: «Los reyes magos son   los papás».
           
Por: Eduardo Ferreyra
 Presidente de FAEC