“Adelantamiento”. Una decisión que no resulta tan simple

Adelantar incorrectamente, en momento inoportuno o en lugar inadecuado es buscar deliberadamente problemas y constituye una de las principales causas de accidentes con muertos o con heridos graves, lo cual no debe sorprendernos porque el que adelanta se encuentra colocado en “trayectoria de colisión” con los que vienen en sentido contrario.

Por ello es necesario elegir con cuidado el momento y el lugar para tener seguridad antes de adelantar, que se podrá volver a su mano con seguridad, sin interceptar la trayectoria de los que vienen de frente o de los que se intenta adelantar.

Buscando el lugar y momento adecuado

El adelantamiento es una maniobra que consiste en sobrepasar a otro vehículo que circula delante del que conducimos. Por lo cual debemos plantearnos la primera pregunta: ¿Es verdaderamente necesario el adelantamiento?:

Si se llega a la conclusión de que SI lo es, hay que buscar inmediatamente el lugar idóneo para ello; hay lugares que jamás lo son por las siguientes razones:

Por falta de visibilidad, como ocurre con las curvas, cambios de rasante, intersecciones, etc.

Por tener que facilitar el movimiento de otros usuarios de la vía (cruce de peatones, intersecciones, vías estrechas, etc.

Calculando la velocidad

La maniobra del adelantamiento, implica una gran cantidad de cálculos de velocidad. De esta forma, deberemos calcular la velocidad del vehículo que se va a adelantar, ello no ocurre cuando adelantamos vehículos detenidos, ya que sabemos exactamente dónde vamos a hacerlo, pero cuando nos acercamos por detrás a un vehículo que está en movimiento, este último recorrerá una determinada distancia antes que podamos verdaderamente adelantarlo.

Lo que haya avanzado dependerá de la diferencia entre su velocidad y la nuestra.

Por otra parte deberemos calcular la velocidad de los vehículos que vengan en sentido contrario, a efectos de evaluar el nivel de seguridad de la maniobra y por último deberemos calcular si nuestra velocidad es la adecuada a tales circunstancias.

Consideración de velocidad-espacio-tiempo

Si la consideración de la velocidad, resulta una tarea compleja, mucho más resulta el análisis de tres variables independientes como lo es la velocidad, el espacio (o distancia recorrida) y el tiempo (que nos insume la maniobra).

Si vemos un vehículo a 250 metros que va a 25 km/h y nuestra velocidad es de 45 km/h., que hay que pensar lo que se va a hacer con anticipación, sino que incluso durante ese medio kilómetro no hay que cesar de considerar y reconsiderar la circulación y la situación tanto delante como detrás de nuestro vehículo.

Esta consideración hay que ponerla en relación con otro juicio sobre velocidad: la de cualquier otro vehículo que venga en sentido contrario. No se trata ahora, a este respecto, de la diferencia entre ambas velocidades, sino de la suma de ellas. De esta forma, dos vehículos que van en sentidos opuestos a 90 km/h, verá como la distancia que les separa disminuye a razón de 180 km/h, es decir, cada segundo se aproximan más de 50 metros. Así pues, a tales velocidades es necesario un tramo libre de gran extensión para cada segundo en que se va a circular por el lado contrario de la ruta.

El adelantamiento necesita bastante más de un segundo y cuanto menor sea la diferencia entre velocidades del vehículo que adelanta y del adelantado, hará falta más tiempo y más espacio libre. Y precisamente porque un gran número de conductores no valoran correctamente el tiempo y distancia que necesitan para volver de nuevo a su mano, es por lo que hay gran cantidad de accidentes, a causa de los adelantamientos incorrectamente realizados.

A continuación podremos ver graficado un ejemplo de las distancias implicadas en adelantamiento de vehículos en movimiento.

Fuente: www.isev.com.ar