10 veces mayor seguridad
- Creado por admin
- El 27 diciembre, 2004
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¿Quién no se detiene a leer atentamente una noticia que haga mención a un accidente en el que participó un ómnibus de larga distancia?. Ese interés de saber qué pasó, muchas veces no se manifiesta ante simples accidentes entre vehículos o camiones. Cuál es la diferencia? La espectacularidad de los hechos, la concentración de muertos o lesionados en un único acontecimiento, la identificación de la empresa, etc. etc.
Evidentemente, a nivel social, los accidentes de tránsito que involucran este tipo de vehículos, constituyen un impacto periodístico importante y, con ello, algunos medios de comunicación creen tener garantizadas las ventas. Obviamente que el derecho de informar no se cuestiona, el tema es la “opinión” que a veces se desliza en torno al hecho objetivo del accidente. Opinión que pocas veces tiene por fuente a los dichos de especialistas o peritos accidentólogos y, si –las más de las veces-, a comentarios tomados en los alrededores de la escena del “desastre”.
No hablemos del derecho a réplica que nunca llega, ni de la imposibilidad que existe de conocer como usuarios o simples ciudadanos las causas verdaderas que originaron el accidente. Sólo quedan dudas e incertidumbres y la sospecha de que viajar en un ómnibus de larga distancia en Argentina es casi una acción suicida.
Sin embargo, la realidad de los hechos puede llevarnos a desmentir esta creencia. El viajar en una unidad afectada al servicio de transporte de pasajeros por automotor es, en Argentina y en el mundo, 10 veces más seguro que viajar en un vehículo particular(*). Y, para quienes lo dudan, vamos a señalar algunas razones que justifican nuestros dichos:
*Obligatoriedad de revisar los vehículos en forma periódica
*Obligatoriedad de realizar un examen psicofísico específico, para los conductores
*Promedio de la flota que no supera los 6 años de antigüedad
*Obligatoriedad de incorporar sistemas limitadores de velocidad
*Controles de descanso de conductores conjuntos a cargo de organismos públicos relacionados con el área transporte y con el área laboral
*Participa en la siniestralidad con un 9 % (el vehículo particular tiene una participación del 60%). Fuente Banco Estadístico Siniestral ISEV año 2003.
Es una realidad que, en materia de seguridad vial a los argentinos nos falta mucho por hacer. Y, no menos cierto es, que las empresas transportistas no pueden bajar los brazos en esta materia. Pero también se hace necesario reconocer el riesgo donde realmente ese riesgo está y, no es justamente en el transporte de pasajeros donde habita el “cuco” de la inseguridad.
El riesgo de accidente se hace presente también en los caminos sin señalización suficiente, o con banquinas en mal estado, en los conductores particulares que de manera desaprensiva exceden los límites de velocidad, en la falta de control por parte de la autoridad a los otros modos de transporte, en la ausencia de una educación vial que de manera temprana nos vaya formando en hábitos positivos, en fin la lista es larga….
El grave problema que tenemos en relación al tema seguridad vial, no puede resolverse buscando chivos expiatorios que nos den la falsa sensación de que hemos identificado “al autor” responsable de esta gravísima situación. Tampoco podemos disculpar actitudes irresponsables o negligentes, en esta materia que se cobra tantas vidas y pone en riesgo la salud de tantas personas.
Los países que han sabido modificar una estadística creciente, haciendo disminuir el número de muertos y lesionados, no lo hicieron enfocando a un único sector, lo hicieron de manera integral, con políticas graduales y sostenidas, con plazos ciertos y resultados medibles.
Argentina no puede aún determinar el número de víctimas que el tránsito se cobra año a año. No puede implementar institutos como la revisión técnica vehicular de manera generalizada (sólo el transporte interjurisdiccional la tiene vigente), el expendio de licencias de conducir sigue teniendo fugas importantes, con lo cual, muchos conductores salen a las calles sin siquiera haber rendido el examen de manejo….
Como ciudadanos debemos exigir que se investiguen las causas reales de ocurrencia de los accidentes, máxime cuando están involucrados vehículos afectados al servicio público de transporte de pasajeros. Pero ésta tarea debe ser responsable y sincera. Si un empresario es el culpable, se deberá actuar en consecuencia y aplicar las medidas que el derecho establezca; pero si atrás de esa responsabilidad “evidente”, se identifica una negligencia u omisión del Estado, también debemos publicarlo y difundirlo en los medios de comunicación, porque sólo así habremos puesto el “cascabel al gato”.
(*) “El estudio indica que, en comparación con una persona que viaje en automóvil, por cada kilómetro recorrido, una que circule en un vehículo motorizado de dos ruedas tiene 20 veces más probabilidades de morir, una que va caminando tiene nueve veces más probabilidades de morir y una que va en bicicleta tiene ocho veces más probabilidades de morir. Sin embargo, el ocupante de un automóvil tiene 10 veces más probabilidades de morir que el pasajero de un autobús o autocar y 20 veces más que el pasajero de un tren”.
Fuente: “Transport safety performance in the EU” .Brussels, European Transport Safety Council, Transport Accident Statistics Working Party, 2003.
Cuadro: Defunciones por cada 100 millones de kilómetros pasajeros y por cada 100 millones de horas de viaje – pasajeros en los países de la Unión Europea durante el período 2001 – 2002
*Por kilómetro/pasajero se entiende la distancia total recorrida por todos los que han viajado de ese modo
**Por horas de viaje/pasajero se entiende el tiempo total que han pasado viajando todos los que han utilizado ese medio.
Fuente: “Transport safety performance in the EU” .Brussels, European Transport Safety Council, Transport Accident Statistics Working Party, 2003.
Autor: Dra. Marta E. Fernández – Consejera Directiva ISEV
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